Tres de cada cinco estadounidenses dicen que cenan fuera al menos una vez a la semana y, como probablemente has notado, las porciones de los restaurantes se han vuelto mucho más grandes. A menos que tengas un plan establecido, esa puede ser una receta para comer en exceso con regularidad.
Si bien no puedes controlar directamente cómo se prepara la comida o las calorías de cada plato, puedes planificar con anticipación, hacer preguntas y pedir comida que sepa bien y que te sienta bien. Con la práctica, será más fácil separar las opciones más saludables de las no tan saludables y mantener las porciones bajo control.
Aquí van algunos consejos para ti:
- Decide lo que va a pedir antes de ir al restaurante para no sentirte con prisa o tentado por opciones menos saludables.
- Pregunta cómo se prepara la comida antes de ordenar: en lugar de optar por alimentos fritos, salteados o empanizados, elige algo hervido, al vapor, a la parrilla o al horno.
- Bebe un gran vaso de agua apenas te sientes en la mesa. Esto te ayudará a comer menos.
- Solicita salsas y aderezos para acompañar.
- Evita las papas fritas y la salsa o el pan que llega a tu mesa antes de ordenar. Mejor aún, pídele al mozo que los quite de la mesa.
- Pide ensalada en lugar de papas fritas u otras guarniciones con alto contenido calórico.
- Disfruta de un dulce ocasional reduciendo los carbohidratos durante tu comida y pide un postre para compartir con la mesa. No te perderás de nada: los primeros bocados suelen ser los más sabrosos.